Protocolo de seguridad en terapia neonatal

Protocolo de seguridad en terapia neonatal

Cuando hablamos de seguridad en el paciente neonato, nos referimos a una serie de medidas y prácticas diseñadas para garantizar la protección y bienestar del recién nacido en entornos de atención médica, y que acompañan a estos pacientes en su adaptación a la vida extrauterina.

En este artículo, te contamos cuáles son los procedimientos a seguir durante la atención inmediata del neonato y 6 estrategias para garantizar su seguridad.

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Atención inmediata al recién nacido: procedimientos a seguir

Los recién nacidos sanos, aunque no presenten ningún problema de salud, requieren de una serie de cuidados rutinarios y una esmerada valoración de su estado general, con el objetivo de supervisar que su proceso de adaptación a la vida fuera del útero se realice de forma normal. Estos cuidados comprenden la atención inmediata, que se refiere a los cuidados que recibe el neonato en la sala de parto y cuyo objetivo principal es evaluar y detectar oportunamente situaciones de emergencia vital para el recién nacido.

La atención inmediata del neonato comprende una serie procedimientos a seguir: 

  • Anticipación y preparación: se deben identificar los factores de riesgo y decidir las acciones a tomar. También, se debe verificar el stock de materiales y el buen funcionamiento de los equipos de las salas de parto. Esto incluye monitores fetales, cunas radiantes, reanimador neonatal, que las incubadoras estén en la temperatura adecuada y cualquier otro equipo necesario para el bebé. El personal debe estar debidamente capacitado, la sala debe encontrarse a una temperatura de entre 24 y 26 grados y los acompañantes deben estar vestidos con camisolín, gorro y barbijo y lavarse adecuadamente las manos.

  • Contacto temprano piel a piel: se recomienda que este contacto sea con el bebé desnudo, cubierto con una toalla previamente calentada, en posición decúbito ventral sobre el torso desnudo de la madre.

  • Pinzamiento del cordón umbilical: puede ser inmediato, es decir, antes de los 10 segundos, precoz, entre los 10 y 30 segundos, u oportuno o tardío, entre 1 y 3 minutos. 

Con respecto al pinzamiento del cordón umbilical, la OMS indica que retrasando el pinzado se consigue mantener el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, y eso puede mejorar la dotación de hierro del bebé, incluso hasta los seis meses.

  • Evaluación inicial del niño por observación: se plantean preguntas cómo si hay líquido amniótico meconial, si respira o llora, si tiene buen tono muscular, si su coloración es rosada y si su gestación es a término. 
  • Extracción de sangre: se debe recoger una muestra de sangre del cordón para la determinación del grupo sanguíneo y Rh y, en caso que se evalúe necesario, se toma otra muestra para el análisis de gases y pH.
  • Secado del recién nacido: los neonatos mayores a mil gramos y de 28 semanas de gestación deben ser recibidos en sala de parto con una toalla limpia, estéril, previamente calentada y suave. La cabeza del RN debe secarse en forma primordial, porque tiene mucha superficie en relación al cuerpo y por ahí se pierde gran cantidad de calor. Los neonatos de 28 o menos semanas y con menos de mil gramos serán recibidos y colocados en una bolsa de nylon estéril que permita cerrarse en su parte superior, sin realizar el secado habitual.

  • Identificación del recién nacido: se debe identificar al neonato lo antes posible después del nacimiento, por alguna de las personas que asisten el parto.

6 estrategias para garantizar la seguridad de los neonatos 

Durante la etapa de desarrollo neonatal, los bebés se encuentran en un estado de mayor vulnerabilidad de sufrir lesiones en su estancia hospitalaria. Es por eso que, con el propósito de minimizar la posibilidad de que se presente algún evento adverso durante la atención de los pacientes neonatos, la OMS estableció las siguientes estrategias:

  1. Identificación correcta de los pacientes: durante toda su estancia hospitalaria el neonato debe tener una pulsera de identificación que lleve los datos necesarios (apellidos, número de registro, género, fecha y hora de nacimiento) que corrobore su identidad.
  2. Mejora de la comunicación efectiva: la comunicación entre el personal de salud debe ser tanto escrita como oral de manera completa, oportuna, precisa y comprendida por quien la recibe en relación a las prescripciones que se aplicarán al neonato.
  3. Mejora en la seguridad de los medicamentos de alto riesgo: estos deberán estar bien identificados y con algún distintivo y preferentemente alejados del resto de los demás medicamentos, permitiendo así diferenciarlos para evitar confusión.
  4. Garantizar cirugías en el lugar correcto, con el procedimiento correcto y el paciente correcto: verificar en todo momento del acto quirúrgico que se realice el procedimiento en el sitio de intervención programado para el paciente.
  5. Reducción de las infecciones adquiridas por la atención: siempre se deberán aplicar medidas estándar por parte del personal de salud que interviene al paciente, buscando evitar que éste adquiera alguna infección dentro del hospital.
  6. Reducción del riesgo de las lesiones del paciente por caídas: resulta fundamental valorar y aplicar acciones en estos pacientes neonatos con mayor riesgo de presentar caídas, así como brindar orientación al familiar. 

Tecnología: un pilar clave para la seguridad

Como mencionamos antes, tanto el personal de la salud como los dispositivos médicos forman parte de la planificación estratégica y deben estar preparados y a disposición para lograr un entorno seguro para el neonato. La compleja conjugación de procesos tecnológicos e intervenciones humanas de las salas de parto y de cuidados neonatales requiere que los profesionales se apoyen en tecnología confiable para minimizar la ocurrencia de eventos adversos y garantizar la seguridad de los recién nacidos mientras se adaptan a la vida fuera del útero.

Equipamiento como incubadoras, monitores fetales, cunas radiantes, bombas jeringa, equipos de fototerapia y detectores fetales son esenciales para proporcionar cuidados precisos y oportunos, ofreciendo herramientas que se adaptan a las necesidades de los recién nacidos y vigilancia constante en condiciones médicas delicadas.

En Leex, proporcionamos todos los días tecnología médica de la mejor calidad y de vanguardia para contribuir a lograr un entorno seguro para los pacientes neonatos y acompañar a los profesionales en su importante labor. ¡Contáctanos para conocer nuestras soluciones en Neonatología!

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Fuentes
Sánchez Bañuelos, Lucrecia Guadalupe, Pérez Gutiérrez, Javier, Tamariz Velázquez, Flor Elizabeth, & Delgado Rubio, Margarita. (2012). Seguridad del neonato hospitalizado: Aproximaciones y propuestas.

Servicio de Neonatología, Hospital Provincial Neuquén “Dr. Eduardo Castro Rendón”. (2019). Guía cuidados del recién nacido en internación conjunta. 


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