La reposición de equipos que se utilizan en las instituciones de salud es una actividad imprescindible que se realiza de forma periódica; pues contribuye a asegurar el funcionamiento óptimo de estos con el objetivo de mejorar la labor de los profesionales y la atención de los pacientes.
La definición sobre el momento en el que se vuelve necesario reemplazar un equipo médico no es fácil y son muchos los factores que entran en juego. Para cada dispositivo hay un equilibrio muy preciso a considerar entre los costes de mantenimiento, el precio para reemplazarlo y las condiciones de funcionamiento. ¿Cuáles son los criterios que indican la urgencia de una renovación?
¿Reacondicionamiento o cambio total?
A la hora de realizar la reposición de equipos es preciso diferenciar entre dos situaciones. Por un lado, existe la posibilidad de reacondicionar el artefacto o sistema mediante el reemplazo o reconstrucción de una o más de sus partes principales para garantizar que su funcionamiento siga siendo óptimo.
Por el otro, hay un punto de inflexión a partir del cual un equipo se vuelve obsoleto y es necesaria su renovación por completo. Esto puede darse por varios motivos: el costo de reparación es superior a la compra de uno nuevo, no existe disponibilidad de repuestos en el mercado, el gasto en mantenimiento u operación se vuelve insostenible o el dispositivo no brinda las condiciones necesarias de seguridad y confiabilidad para ser empleado.
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Un hospital de tamaño medio, con unas 200 - 400 camas, Fuente: Hospitecnia |
5 señales que indican la necesidad de una renovación
Existen diferentes señales de alerta y criterios que indican que tu institución debería considerar el reemplazo completo de los equipos:
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Años de funcionamiento del equipo: existen pautas que permiten definir cuándo ha llegado la hora de reemplazar tu equipo lo cual difiere según el tipo de dispositivo, como referencias de organizaciones reconocidas sobre el tiempo de vida, la fecha de finalización del soporte técnico y las condiciones físicas del mismo.
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Adelantos tecnológicos: tener en cuenta qué tan significativos son los avances entre una versión de un dispositivo y otro antes de pensar en reemplazarlo. Si el cambio no es significativo quizás la mejor opción es conservar la versión anterior.
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Función y criticidad del equipamiento: los dispositivos de soporte vital, como las máquinas de diálisis, los desfibriladores y las incubadoras, se perciben como algo que debe reemplazarse antes, ya que son fundamentales para la vida del paciente y para una mayor eficacia clínica.
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Incidentes y seguridad: los incidentes hospitalarios y riesgos que afecten a los dispositivos requieren ser evaluados como así también los artefactos para los cuales no se ha resuelto algún problema de seguridad.
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Factores legales y normativos: ciertos aparatos necesitan ser cambiados porque tienen alguna prohibición legal, se han modificado los estándares clínicos de atención sobre procedimientos y tratamientos o los estándares legales que avalan su utilización.
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Si los costes de mantenimiento anual de un equipo Fuente: Hospitecnia |
Un plan de reposición: el pilar para un reemplazo óptimo
La mejor forma de maximizar el valor de los dispositivos es a través de la implementación de un sistema de planeación y gestión integral. Para delinear este plan de reposición de equipos médicos es necesario tener en consideración los criterios expertos del personal médico e ingenieros biomédicos como así también las limitaciones presupuestales del hospital.
¿Cuáles son las claves de una buena planificación? Por un lado, es importante que cuentes con datos precisos sobre los dispositivos como una correcta medición del ciclo de vida, los requisitos legales y estándares y una ficha histórica con registro sobre la periodicidad de su mantenimiento. Por el otro, es fundamental contar con un equipo de especialistas encargado de evaluar la renovación y determinar si la tecnología incluida en el equipamiento se encuentra actualizada o está obsoleta.
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Los principales estándares internacionales cifran el ciclo de vida útil de los equipos de diagnóstico por imágenes entre 7 y 10 años. Fuente: ConSalud.es |
La gestión de los equipos médicos implica un abordaje complejo donde entran en juego conceptos como eficacia, seguridad, coste y mantenimiento. Tanto los criterios técnicos del personal médico, ingenieros biomédicos, gestión de materiales y administración como los presupuestarios se encuentran involucrados. Para esto, contar con un plan de reposición de equipos médicos es una herramienta útil y objetiva para tomar mejores decisiones y para que, en última instancia, tu institución brinde la mejor calidad de atención.
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