Reducir la desigualdad social, el gran desafío de la tecnología médica
Junto con la innovación tecnológica y la sustentabilidad, la accesibilidad representa uno de los mayores desafíos de las organizaciones en todo el mundo. Hacer que los servicios de salud se vuelvan más accesibles para todos es, de hecho, una responsabilidad que ha quedado demostrada con la pandemia de Covid-19.
Las nuevas tecnologías tienen mucho para aportar en ese reto de reducir las desigualdades de acceso sanitario: ¿de qué manera pueden disminuir las brechas de salud?
El acento puesto en minimizar brechas
Desde los test de embarazo hasta la cirugía genómica y asistida por robot más avanzada, la tecnología médica forma parte de toda la vida de una persona e incluye dispositivos, procedimientos, intervenciones sociales y sistemas de salud. Más aún, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “la aplicación de conocimientos y habilidades organizados en forma de dispositivos, medicamentos, vacunas, procedimientos y sistemas desarrollados para resolver un problema de salud y mejorar la calidad de vida”.
En ese sentido, la tecnología médica no puede desentenderse de las desigualdades sociales. Empoderar a los pacientes respecto de su bienestar físico y mental implica romper barreras, y eso es lo que debe procurar la innovación tecnológica en medicina.
En 1900, la expectativa de vida en los Estados Unidos era de 47 años. Gracias a las tecnologías médicas, un siglo después, había aumentado a 77 años. Fuente: Annual Review of Sociology |
Los nuevos dispositivos y procedimientos que brindan a los pacientes mayor control sobre su propia salud son los que marcan el trayecto a seguir.
“La capacidad de decodificar el genoma humano a un costo asequible está revolucionando nuestra capacidad de entender los riesgos de las enfermedades y personalizar los tratamientos. Eso, sumado a las mejoras en la exploración de diagnóstico y los test in vitro, implica que ahora sabemos más sobre la anatomía humana, lo que abre el camino para medicinas de precisión y enfoques de prevención y autogestión”, ejemplifican desde Deloitte en el estudio How digital technology is transforming health and social care.
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Un acompañamiento más personalizado
La telemedicina también viene destacándose a la hora de reducir las desigualdades sociales y las brechas de salud. En América Latina, por ejemplo, la prestación de servicios de salud mediante la telemedicina y otras soluciones digitales permitieron dar respuesta a las interrupciones causadas por la pandemia. La posibilidad de obtener diagnósticos adecuados a distancia, sin necesidad de desplazarse, la posibilidad de recibir incluso tratamiento remoto, la reducción de costos, la mayor comunicación y coordinación entre los profesionales y el mayor apoyo para las personas que conviven con afecciones de salud están entre los beneficios de la telesalud.
Cuando se trata especialmente de abordar enfermedades crónicas como la diabetes, la tecnología médica permite, entre otras cuestiones:
- Utilizar un teléfono móvil u otro dispositivo para cargar registros de alimentos, medicamentos, dosis y glucosa en la sangre para que los revise una enfermera que responda electrónicamente.
- Utilizar una aplicación para estimar, en base a la dieta y nivel de ejercicio, cuánta insulina necesita.
- Ver online los resultados de las pruebas, programar citas o solicitar nuevas recetas.
- Pedir en línea los suministros y medicamentos para las pruebas.
Los dispositivos médicos representan más de dos tercios del mercado de la tecnología médica en todo el mundo: se proyecta que alcancen un volumen de US$ 435.700 millones en 2022. Fuente: Statista |
Facilitar los servicios de forma más rápida o eficaz para las personas con movilidad y tiempo limitados, garantizar el acceso a médicos especialistas y proporcionar apoyo para la autogestión de la atención médica aparecen entre los grandes desafíos -y oportunidades- del futuro de la tecnología médica. Claro que también es clave la alfabetización digital de la población, para que todos puedan beneficiarse al máximo de las nuevas tecnologías.
Las necesidades y las demandas de la sociedad varían y se multiplican. Y la innovación tecnológica aparece como la mejor aliada a la hora de seguir democratizando los servicios de salud.
¿Está tu institución implementando tecnología para garantizar un mejor futuro en la salud de todos?