Seguridad en anestesiología: control de las máquinas de anestesia.

A pesar de los grandes avances en tecnología médica, los estudios estadísticos de las últimas décadas evidencian una gran cantidad de eventos adversos debido a la complejidad del sistema sanitario. El resultado exitoso de un tratamiento depende de muchos factores y entre estos se encuentran los profesionales  de cuidados de la salud y el equipamiento médico utilizado. 

En este sentido, la anestesiología ha sido pionera en el estudio de las causas y formas de manejo de las situaciones que involucran peligros para el paciente. Y un punto central en la disminución de la incidencia de eventos adversos en este campo es el adecuado control de las máquinas de anestesia. 

Seguridad en Medicina: una disciplina en evolución

Los seres humanos son propensos a cometer errores y debido a la creciente complejidad de los entornos de atención sanitaria, los diferentes niveles de atención existentes necesitan  procesos de garantía de la seguridad para poder identificarlos y corregirlos rápidamente. 

Para evitar los errores de las personas hay que proporcionar entornos a prueba de los mismos,  en los que sistemas, tareas y procesos estén bien diseñados. Para esto es necesario lograr un entorno abierto y transparente en el que prevalezca una cultura de la seguridad que permita hacer las mejoras necesarias que eviten daños. 

La anestesiología es una de las especialidades pioneras en incorporar sistemas de alta precisión para proporcionar seguridad a los pacientes, incluyendo desde estrictos protocolos de atención hasta buenas prácticas en el control de  las máquinas de anestesia. A partir de la década del ‘80, la anestesiología comienza a dar mayor relevancia a la gestión de calidad en sus procesos e, incluso, en 1999, el Instituto de Medicina de EE.UU. declara que el área de anestesiología presenta los mejores resultados en cuanto a la gestión de calidad disminuyendo el riesgo de vida de los pacientes. 

Los avances en seguridad también se ven reflejados en la mejora de los protocolos de atención al paciente, como es en el caso del protocolo, un enfoque integral que ha demostrado que acelera la recuperación del paciente y minimiza las complicaciones del proceso quirúrgico. Así, con este protocolo, la seguridad del paciente es un aspecto primordial que se tiene en cuenta desde la fase preoperatoria hasta la fase postoperatoria.

Control de las máquinas de anestesia: la seguridad y la tecnología

Las máquinas de anestesia, que cada día son más sofisticadas y  nos brindan soluciones eficaces, no deben escapar a un control exhaustivo para garantizar la seguridad del paciente. 

A continuación detallamos conceptos sobre seguridad referidos a la máquina de anestesia:

1.  Deben utilizarse códigos de colores, tanto para los gases medicinales como para los agentes anestésicos volátiles. Las mangueras de conducción de gases desde una red central o desde un cilindro a la máquina de anestesia deben ser no colapsables y tener el código de color específico para cada gas.

2.  El diseño de la máquina y de los monitores debe ser ergonómico. Todos los componentes, incluyendo controles, manómetros y monitores, deben ser fácilmente visibles desde el sitio de trabajo del anestesiólogo, a una distancia aproximada de un metro y medio. Así, sin necesidad de desplazarse, podrá vigilar a su paciente y a la vez observar todas las partes de la máquina de anestesia y los monitores. 

3.   Las conexiones de los cilindros de gases medicinales deben estar identificadas con el símbolo y el color específico. Estas deben ser NO intercambiables entre los diferentes gases. 

4.   Toda máquina de anestesia debe poseer una conexión para O2 de reserva (cilindro) con su respectivo manómetro. Debe existir un mecanismo que impida la administración de mezclas hipóxicas, asegurando siempre una concentración mínima de O2 del 25%. Cuando se dispone de más de un vaporizador al mismo tiempo, es altamente recomendable la medición de gases espirados. Debe disponerse de un sistema de seguridad que impida desconexiones. El botón de paso rápido de O2 debe estar colocado de manera que no se pueda activar en forma inadvertida. Su activación podrá hacerse con una sola mano y debe volver a su posición de reposo en el momento en el cual deje de activarse. 

5.   La máquina de anestesia debe tener una alarma auditiva que indique la baja presión de O2. No se debe apagar hasta que la presión de O2 sea normal. Debe tenerse una alarma de alta presión en la vía aérea. Toda máquina de anestesia deberá tener un analizador de O2 dentro del circuito. Debe existir un sistema de evacuación de gases sobrantes. Debe existir una válvula de sobrepresión que permita la salida de gases sobrantes al sistema de evacuación. La máquina de anestesia debe tener una cámara para captación y absorción de CO2 espirado del paciente. 

6.   Toda máquina electrónica de anestesia debe tener una batería que suministre energía por lo menos durante 20 minutos si se produce un corte en el suministro de red. 

Es imprescindible, para el usuario de las máquinas, conocer muy bien el funcionamiento del equipo para que pueda reconocer y controlar los riesgos; a su vez  el mantenimiento de los dispositivos es crucial, ya que a medida que el equipo envejece la tasa de fallos aumenta y puede poner en riesgo la seguridad del paciente. En estos aspectos los fabricantes y proveedores de equipamiento médico, desempeñan un papel fundamental acompañando a los profesionales de la salud en el uso de la tecnología y brindando el soporte técnico necesario. 

En Leex, estamos comprometidos con la calidad de nuestros productos, la innovación y el servicio pre y post venta para ayudar a brindar la mejor y más segura atención posible al paciente. Proveemos tecnología médica de última generación focalizada en salas de terapia intensiva, emergencias, quirófanos y neonatología. ¡Contáctanos!

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