Protocolo Triage: beneficios para pacientes y salas de Emergencias
El protocolo Triage es una de las más destacadas incorporaciones de los últimos tiempos en el campo de la atención de urgencias médicas dentro de las salas de Guardia de clínicas y hospitales. Si bien esta innovación no es reciente y su origen data de la época de Napoleón, su aplicación cada vez más masiva en el ámbito de la salud redunda en un cambio muy importante tanto para la calidad de atención del paciente, como al interior de los procesos de organización en las instituciones.
Para valorar el alcance de este procedimiento, resulta necesario conocer: ¿qué es?, ¿cómo impacta en las organizaciones de salud y en sus procesos de atención?, y ¿qué dispositivos médicos están involucrados o relacionados con este procedimiento?
¿Qué es el protocolo Triage?
El protocolo Triage o Triaje se define como un procedimiento de gestión del riesgo clínico basado en la clasificación y categorización de los casos respecto a las variables de urgencia, inmediatez y prioridad de atención que requiere cada paciente, en su ingreso a las salas de Guardia.
Su aplicación permite obtener un valor predictivo respecto a la gravedad y evolución de los síntomas en el paciente, en vistas a ponderar correctamente la organización, priorización y disponibilidad de los recursos humanos y tecnológicos involucrados.
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Su propósito más concreto radica en clasificar rápidamente a los pacientes que necesitan atención inmediata de aquellos que pueden esperar con seguridad la evaluación y el tratamiento; es decir, identificar y priorizar aquellos pacientes con patologías críticas. Este procedimiento redunda en una herramienta exitosa, eficiente y de fácil aplicación.
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Niveles de prioridad en el sistema Triaje
La aplicación práctica del protocolo está a cargo del personal de enfermería. Luego de un proceso estructurado por herramientas e instancias diagnósticas, se establecen grados de prioridad asistencial en función de 3 niveles pre-definidos:
- Nivel I - Emergente: Corresponde a diagnósticos agudos, críticos y/o graves, con cuadros de gran inestabilidad y que pueden conducir a un rápido deterioro con riesgo de muerte. En estos casos, el tiempo de respuesta es inmediato.
- Nivel II - Urgente: Se tratan de procesos agudos, pero que al ser estables, no son valorados como críticos en función del riesgo de vida. Allí, se recomienda que el tiempo de asistencia sea inferior a los 60 minutos.
- Nivel III - No Urgente: Son cuadros de atención en Guardia que no revisten procesos ni graves ni agudos, que requieren cierta intervención médica pero no revisten carácter urgente. Aquí, la asistencia debería ofrecerse en un plazo no mayor a los 120 minutos.
Al ocupar un rol clave dentro de este proceso, los profesionales de enfermería a cargo del Triage deberían contar con una vasta formación y experiencia en servicios de internación, emergencias o terapia intensiva. Además, es recomendable que posean habilidades blandas en aspectos como la organización, comunicación, trabajo en equipo y respuesta rápida.
¿Cómo impacta en las organizaciones de salud y sus procesos de atención?
La aplicación del protocolo Triage como procedimiento estructurado representa uno de los avances más significativos de los últimos años respecto a la atención de emergencias dentro de las instituciones de salud, favoreciendo la organización y proporcionando una máxima celeridad para los casos que requieren atención inmediata.
Al interior de las instituciones, su implementación permite organizar el flujo de pacientes de modo adecuado y con la mayor seguridad, principalmente ante situaciones críticas donde la demanda y las necesidades pueden superar los recursos disponibles.
Adicionalmente, este procedimiento permite estructurar y clasificar los cuadros en relación con las especialidades involucradas; así como comparar sus causas y obtener aprendizajes en vistas a un análisis posterior de las patologías.
De este modo, la implementación del Protocolo Triage como un sistema integral de calidad y atención en las salas de Guardia y Emergencias, tiene incidencia positiva sobre los pacientes, los profesionales e incluso para la propia organización de procesos dentro de las instituciones de salud.
La importancia de los dispositivos médicos para el procedimiento de Triage
El protocolo Triage está íntimamente relacionado con una atención inmediata y eficaz de emergencias médicas. Por ello, además de los recursos humanos, suministros e instrumental, resulta indispensable que las instituciones cuenten con todos los equipamientos médicos necesarios e inherentes a situaciones de urgencias.
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Es que, dadas las múltiples causas o afecciones que pueden suscitar una emergencia de salud, la atención en las salas de Guardia involucra un gran abanico especialidades y disciplinas médicas.
De igual modo, estas coyunturas requieren disponer de equipos médicos específicos para el diagnóstico o el tratamiento de las diversas patologías; desde los equipos de radiología o el tensiómetro, hasta el desfribrilador o los monitores de signos vitales.
Por su parte, durante los últimos años, muchas instituciones han desarrollado avances tecnológicos en Inteligencia Artificial, en relación al manejo operativo de sus dispositivos médicos y también dentro de sus procesos de gestión.
En el caso específico del Triage, la incorporación de la IA permite maximizar la precisión de la atención de pacientes a través de una gestión accesible de datos clínicos, una mejora en los flujos de trabajo entre los equipos, y un ahorro de tiempos y costos en los procesos administrativos.
De igual modo, ante la inmediatez de la atención médica, estos desarrollos pueden incluso ofrecer recomendaciones en el diagnóstico, tratamientos o medicamentos, basadas en la historia clínica del paciente o en el aprendizaje obtenido en base a casos y procesos similares.
Fuente: CB Insights |
Así, los desarrollos y dispositivos médicos tienen un rol preponderante dentro de las salas de Emergencias, tanto en funciones evaluativas o diagnósticas como en intervenciones de urgencia o procedimientos quirúrgicos.
En muchas ocasiones, los casos ingresados en las Guardias implican un potencial riesgo de vida para los pacientes, por lo que los dispositivos médicos involucrados deben encontrarse en óptimas condiciones de uso ante cualquier necesidad emergente. Para ello, disponer de equipos médicos de calidad, actualizados y con constante mantenimiento resulta indispensable.
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